Esta tecnología permite que el calor penetre más profundamente en los tejidos del cuerpo, haciendo más efectivo el proceso de desintoxicación y potenciando los beneficios para la salud.
El sauna infrarrojo es una opción ideal para quienes desean disfrutar de los beneficios del sauna, pero no tolera el tradicional. En general, el sauna reduce el estrés, la fatiga, las contracturas musculares y los dolores articulares. Además de tonificar y humectar la piel, ayuda a combatir la celulitis y los eczemas cutáneos. Es altamente recomendados para personas con dolores crónicos o simplemente para relajarse.
Los saunas de infrarrojos están construidas con madera y llevan instalados unos paneles cerámicos o de fibra de carbono (o la combinación de ambos) que emiten calor y que están distribuidos en las paredes. Esta distribución permite que el calor llegue a todo nuestro cuerpo de una forma homogénea.
Las cabinas apenas calientan el aire, calienta tu piel directamente y ¡no hay vapor! La temperatura del aire no se eleva a temperaturas extremas, permitiéndote respirar normalmente y permanecer durante más tiempo en el interior de la sauna.
Las sesiones de sauna infrarrojo tienen una duración de 30 minutos, son individuales o de a dos en caso de amigos o familiares.
Mientras te relajas en la sauna de infrarrojos, tu cuerpo estará sudando, bombeando sangre y quemando tantas calorías como si estuvieras corriendo durante 30 minutos.
En la sauna, tu sistema de defensa podrá deshacerse de todos los elementos dañinos que habitan entre los racimos moleculares como así también evitar que se deposite grasa en tus arterias y mejorar a su vez la circulación sanguínea.
Por otro lado, ayuda a eliminar las flatulencias y el ácido láctico de los músculos, pues su acumulación, genera cansancio.
En Calle 11 creamos paquetes especiales que combinan los tratamientos más solicitados y exclusivos del Spa, permitiendo elegir un regalo que se adecue a las necesidades de cada hombre.
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